Por Melisa García
Una vez más se repite el
abuso policial por parte de los agentes; vuelven a meter la pata y arremeten
contra la ciudadanía.
Me expreso de esta manera, a propósito de lo
sucedido el pasado lunes en el municipio el Factor, provincia María Trinidad
Sánchez, con el dirigente comunitario Oscar Pablo.
El video viralizado en las redes sociales y
que ha sido fuertemente criticado en los medios de comunicación, muestra al
oficial de la Policía Nacional con asiento en Nagua, coronel Escolástico
Eusebio Acosta, advirtiéndole a Oscar, que no se presentara con carteles en la
actividad que encabezaría el presidente Danilo Medina por el día del Agricultor
en esa comunidad.
Inconforme aún y de una forma impetuosa, más
tarde el insensato coronel y otros policías, agredieron y apresaron a una
comisión del FALPO cuando intentaban mostrar varias pancartas, reclamando la
construcción de un hospital en Nagua y cárcel para los funcionarios que
recibieron sobornos de la multinacional brasileña Odebrecht.
Desde apresamientos, atropellos, persecución y
hasta si fuera poco, amenazas contra este líder y otros jóvenes, muestra
claramente hasta dónde ha llegado el estado de desesperación en que está
cayendo el gobierno de Danilo Medina, acorralados por la lucha del fin de la
corrupción y la impunidad.
Evidencia además, cómo los ciudadanos y
ciudadanas, ya cansados de las organizaciones políticas tradicionales que han
engañado al pueblo dominicano, han decidido confiar en sus propias fuerzas, en
su decisión de comenzar a actuar con eficacia; y acabar así con la politiquería
inoperante e ineficiente.
Estoy convencida que ha habido una intención
de infamia, es decir un marcado interés de quienes manejan el poder, de dañar
el honor y el crédito que tiene el joven Oscar.
Ahora entiendo, porqué varios ciudadanos han denunciado que el desatinado coronel
"Escolástico" tiene todo un historial de agresión a personas que
realizan protestas en demanda de promesas incumplidas.
¡Basta ya coronel con los abusos contra
hombres y mujeres inocentes!
Esa actuación demostró una vez más la ola de
abusos y atropellos que existe a lo interno de la Policía Nacional, la forma
arbitraria en que se manejan y como lejos de cumplir su misión de salvaguardar
y defender los derechos de la ciudadanía, hacen lo contrario al orden público.
¡OH MI DIOS...! dejamos de ser un país para
convertirnos en una selva y de seguir aceptando barbaridades como estas,
estaríamos ante la admisión de las más terribles sentencias ciudadanas.
Es muy vergonzoso que estas acciones se
repitan con tanta frecuencia en mi amada República Dominicana y más doloroso
aún, que existan tantos abusadores en las filas de la Policía pudriendo el buen
desempeño de los buenos.
Me pregunto con frecuencia ¿Quién depura a
oficiales de la Policía que actúan al margen de la ley, violando derechos y
atropellando gente decentes y pacíficos?
¡Caramba! Cuánta falta le
hace a "Quisqueya la bella", como me gusta llamarle,
autoridades responsables que cumplan y hagan cumplir la ley y que pongan
en su lugar a quienes abusan de este pueblo.
La sociedad dominicana pide a
grito agentes policiales serios y respetuosos, para que juntos podamos combatir
la corrupción, la impunidad, la violencia y el desorden. Nada más.
La autora es Periodista, Locutora, Articulista
y Maestra de Ceremonia.
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